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Tiña Inguinal

¿Qué es la Tiña Inguinal?

Es una infección por hongos también conocida como Tinea cruris, que normalmente se desarrolla en la zona inguinal afectando la parte interna de los muslos, nalgas o en los genitales. Se desarrolla en áreas de la piel cálidas y húmedas y provoca un sarpullido con forma circular de color rojizo que produce picor. Debido a la humedad existente en estas zonas los hongos pueden multiplicarse fácilmente bajo estas condiciones.

La tiña inguinal normalmente se desarrolla si se suda mucho, por eso es muy común entre los atletas o gente con sobrepeso aunque puede afectar a cualquier persona.

Los primeros síntomas de la Tiña Inguinal

Suele empezar a parecer unos granitos rojos planos en las zonas mencionadas que se van a ir expandiendo y es entonces cuando va a aparecer el picor y escozor propio de esta infección. Normalmente se expande rápidamente, en cuestión de días y si no se aplica ningún remedio, puede llevar a tener una gran zona circular roja.

¿Cómo se elimina la tiña inguinal?

Para frenar esta enfermedad se recomienda que mantenga la cara interna de los muslos, los genitales y las nalgas tan limpios y libres de sudor como le sea posible y busque un tratamiento para la tiña inguinal en cuanto note los síntomas. Los productos tópicos para tratar los hongos son normalmente suficientemente fuertes para tratar la tiña inguinal a la vez que pueden proporcionarle alivio de los síntomas. Puede aplicar los productos tras realizar ejercicio o situaciones donde se haya producido una gran sudoración para evitar su propagación.

Si no trata la tiña inguinal, la zona de la piel infectada se volverá de color rojo o marrón y se agrietará o pelará, provocándole una sensación de picor. Aunque no es una seria amenaza para la mayoría de la gente sana, estas infecciones de la piel pueden ser un riesgo potencial para la gente que tiene un sistema inmunitario débil.

Otros consejos útiles

  • Lavar la zona afectada con agua y jabón, y sobretodo, secar bien la zona para que no quede humedad.
  • Usar ropa de algodón, éste es un tejido muy transpirable para mantener la piel seca y aireada en todo momento.
  • Evitar la sudoración, lavar y secar la zona lo más rápido posible para evitar la expansión de la erupción.
  • Seguir una dieta rica en alimentos que favorecen su sistema inmunológico como el ajo, zumo de zanahoria, frutas en general y verduras, para potenciar sus defensas y detener la infección.

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